Trasplantar un órgano a un enfermo para curarle (las transfusiones. los transplantes de médula, de piel, de riñón, de corazón,…) es un acto realizado por un médico cuya finalidad es buena en sí. No obstante se debe realizar atendiendo a ciertos criterios.
- Cuando se trata de una donación hecha por una persona viva (de sangre, de médula, de riñón) debe hacerse por propia voluntad y no a cambio de dinero. Nadie puede disponer de su propio cuerpo o del de otro para comerciar con él, incluso si el fin es ayudar a otros.
El caso de la donación de esperma o de óvulos es completamente distinto. No se hace para curar sino que está relacionada con la transmisión de la vida. La vida sólo se puede transmitir en el acto sexual de los esposos. Esta donación es contraria al respeto al vínculo conyugal, incluso si se hace con amor. - Cuando se trata del cuerpo de una persona difunta, no se puede extraer un órgano de dicho cuerpo sin el consentimiento de la familia o si, en vida, la persona había manifestado su oposición.
- Cuando se trata de un moribundo o de una persona en estado de coma profundo no se pueden extraer sus órganos sin tener la certeza de que ha muerto (dos encefalogramas planos en un intervalo de 24 horas según la legislación francesa)
Toda práctica contraria a estas reglas se opone al respeto debido a cada persona.
Testimonio Victima de una enfermedad congenital (la aplasia medular), nuestro primer hijo falleció a los seis años. Su hermanos menor tenía la misma enfermedad y buscamos desesperadamente un donador de medula espinal que fuese compatible con la de nuestro hijo. Fue en esa epoca que conocimos a un joven sacerdote que nos ayudó mucho en esta adversidad. Nos convertimos en fieles participantes de un pequeño grupo de oraciõn. Y ahí oramos, puntualmente y a menudo con lágrimas, por nuestro segundo hijo. Un día mi esposa me confiõ la intuiciõn que se le imponía de tener otro hijo. Por mi parte me mostre reacio, ya que estaba muy afectado por todos esos sufrimientos. Junto a nuestro amigo sacerdote oramos y reflexionamos mucho. Finalmente decidimos lanzarnos en el camino de la confianza y ofrecer este embarazo completamente a Dios. Nueve meses despues mi esposa dio a luz a una niña en perfecta salud. Las pruebas de compatibilidad de la medula espinal entre la bebita y su hermano resultaron positivas… Nosotros vimos ahí la accion bondadosa del Señor. El fortaleciõ nuestra fa, permitiendonos considerar el porvenir de nuestro hijo con confieza. Sin embargo, su estado se empeoraba y el injerto ya era urgente. Cristõbal entrõ al hospital… Recibiõ en buenas condiciones la medula espinal que los medicos sacaron de su hermanita. Despues de algunos meses de convalecencia y de obligaciones de vida molestas e importantes, nuestro hijo recobrõ fuerzas y las visitas al hospital se espaciaron. Hoy dia ya está sano y salvo : juega, salta, ríe y va a la escuela normalmenté. Nosotros vivimos en una continua acciõn de gracias ya que todo es obra de Dios, presente y actuando junto a nosotros. Thierry |
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