18 Mitos sobre la prostitucion

tim-tebow-foundation-x-SXHrnVSRI-unsplash
Tim Tebow Foundation on Unsplash

1. “LA PROSTITUCIÓN ES LA PROFESIÓN MÁS ANTIGUA
DEL MUNDO.”
Probemos a cambiar la perspectiva: el proxenetismo podría ser lo que se considerase como la profesión más antigua del mundo. En cualquier caso, el hecho de que algo exista desde hace mucho tiempo no implica que no haya de ser cambiado. Nunca se dice “el asesinato ha existido siempre; no podemos hacer nada para evitarlo”. Piensa también en la pena de muerte o la esclavitud, por ejemplo

¿UNA ELECCIÓN?

2. “ES UN TRABAJO COMO OTRO CUALQUIERA.”
¿Conoces alguna otra profesión en la que las personas que la ejercen se enfrenten a una tasa de mortalidad entre 10 a 40 veces superior a la media? ¿O en la que entre el 60 y el 80% de las personas “trabajadoras” sean sometidas regularmente a violencia física o sexual? Si se trata de un trabajo como otro cualquiera, ¿por qué son muy pocas las mujeres de Europa occidental las que la ejercen? ¿Por qué razón la inmensa mayoría de las personas prostituidas son mujeres inmigrantes? ¿Quiere esto decir que esta “profesión” está solo reservada a mujeres migrantes? Acaso para promover la igualdad de género, ¿debería potenciarse que más hombres se dediquen a ello? Varios sindicatos en Europa no consideran la prostitución como una profesión ya que estiman que esta es incompatible con los criterios asociados a cualquier trabajo, como son la seguridad y la dignidad, así como la progresión profesional.

3. “LA PROSTITUCIÓN DA MUCHO DINERO.”
¿A quién? De acuerdo con la Interpol, un proxeneta gana 110 000 euros cada año por cada mujer prostituida. Si la prostitución fuera tan lucrativa para las mujeres prostituidas, ¿cómo es posible que la mayor parte de ellas no tengan ni coche, ni casa ni ahorros para el futuro? La idea de que la prostitución da mucho dinero es un mito. El propio debate sobre las ganancias es malintencionado: sea cual sea la ganancia, la prostitución consiste en que una persona compra el acceso a tu cuerpo y tu sexualidad. Los seres humanos no tienen precio.

4. “ES UNA ELECCIÓN.”
“Si las mujeres tuvieran más posibilidades económicas en esta sociedad no elegirían ser abusadas en la prostitución”, asegura Fiona Broadfoot, superviviente de Reino Unido. La elección siempre va marcada por un contexto. Hoy en día en Europa, la igualdad entre mujeres y hombres no es una realidad. Tengamos en cuenta, por ejemplo, la brecha salarial (16%), la existencia de la violencia de género (una de cada cinco mujeres es víctima de violencia machista), los estereotipos sexistas, la infra-representación de las mujeres en el ámbito empresarial, académico y político (24% de las parlamentarias a nivel nacional). En este contexto en el que las mujeres se enfrentan a la discriminación, pobreza y a la violencia, su consentimiento o su elección puede comprarse con dinero. Estudios exhaustivos sobre el tema demuestran que factores como la pobreza, la orfandad, la situación de sin-techo, la adicción a las drogas y el haber sufrido violencia sexual o física hace que las mujeres jóvenes sean más vulnerables a entrar en la prostitución. Además, la mayoría de las mujeres que entran en la prostitución lo hacen siendo muy jóvenes. ¿Querrías que tu hija o tu hermana eligieran prostituirse? Podrían empezar a ejercerla mañana mismo.

5. “LA PROSTITUCIÓN APORTA INDEPENDENCIA ECONÓMICA A LAS MUJERES, ESPECIALMENTE A LAS DE ORIGEN INMIGRANTE.”
En este momento de crisis económica, con altas tasas de desempleo y un aumento de las actitudes racistas, sería muy fácil decir que la prostitución es una salidas para las mujeres en general y de las mujeres inmigrantes en particular. Con ello ¡se reduciría la tasa paro! En realidad, los verdaderos problemas para las mujeres inmigrantes son: el acceso al mercado de trabajo, el reconocimiento de sus cualificaciones y los derechos de reunificación familiar. La independencia económica no debiera tener que lograrse a costa del sufrimiento y la violencia. En pleno siglo XXI deberíamos ser capaces de proponer mejores soluciones.

6. “LA PROSTITUCIÓN TIENE QUE VER CON LA LIBERTAD SEXUAL. LA ABOLICIÓN ES ANTI-SEXO.”
Seamos más precisos/as: nos referimos a la libertad sexual ¿de quién? Todo el mundo está de acuerdo con que la libertad sexual consiste en disfrutar plenamente de tu salud y tus derechos sexuales, en base a la igualdad y libres de cualquier forma de discriminación, coerción o violencia (según la definición de la Organización Mundial de la Salud). La prostitución no tiene nada que ver con el sexo sino que se trata de una cuestión de poder: la compra de un acto sexual supone en sí misma la denegación de los derechos sexuales y del deseo de la otra persona. Representa la negación de la autonomía sexual de la otra persona. Pagar por sexo no puede ser considerado como un acto de libertad sexual. Las personas a favor de la abolición de la prostitución son pro-sexo: desean una verdadera libertad sexual y la igualdad entre mujeres y hombres, y ello nunca se producirá si el sexo es un producto del mercado.

¿LIBERTAD SEXUAL?

7. “LA PROSTITUCIÓN HA SIDO UNO DE LOS ÁMBITOS HISTÓRICOS EN LA LUCHA DE LAS MUJERES POR EL CONTROL DE SU CUERPO.”
En la Europa de los años 70, las mujeres se encontraban en efecto en lucha por el reconocimiento de sus derechos sexuales y reproductivos, y en particular por el derecho al aborto seguro. Estas mujeres denunciaban la desigualdad estructural de género y rechazaban por tanto todo tipo de autoridad que intentaba imponerles sus ideas sobre los derechos de las mujeres: la religión, la tradición… y el mercado. La comercialización de la sexualidad y de los cuerpos de las mujeres no puede considerarse parte de la lucha colectiva por los derechos de las mujeres. La prostitución implica hombres concediéndose el derecho a comprar sexo; no tiene nada que ver con la consecución de la igualdad de género.

8. “ALGUNAS MUJERES CONSIDERAN QUE ESTÁN EN SU DERECHO DE PROSTITUIRSE.”
Algunas personas aceptan libremente trabajar por menos del salario mínimo (especialmente, si se trata de personas inmigrantes en situación irregular, por ejemplo). Otras personas están dispuestas a vender uno de sus órganos. En ambos casos, nuestra sociedad ha decidido proteger a las personas más vulnerables y garantizar el derecho a una vida con buenas condiciones para todos y todas. En ambos casos o bien se sanciona al empleador o al traficante de órganos. De la misma manera, la ley debería penalizar al cliente/prostituidor y no a la persona que ejerce la prostitución. Algunas personas proclaman, en efecto, que han elegido ejercer la prostitución, pero una sociedad democrática no se ha de construir sobre la base de elecciones individuales que no reflejan la situación de la inmensa mayoría. Lo que está aquí en juego es el futuro, la sociedad en la cual queremos vivir. Hoy en día, deberíamos centrar nuestros esfuerzos en defender los derechos de las mujeres y de los hombres a no tener que ejercer la prostitución.

9. “SOLO LAS PERSONAS ‘TRABAJADORAS DEL SEXO’ TIENEN LA CAPACIDAD DE HABLAR SOBRE LA PROSTITUCIÓN, PORQUE SON QUIENES CONOCEN EL TEMA DE PRIMERA MANO.”
¿Acaso se considera que deben ser solo las mujeres víctimas de violencia de género las que clamen contra la violencia doméstica? La violencia de género está reconocida como una forma estructural de violencia contra las mujeres que afecta a todas las personas porque tiene que ver con los valores sociales. De la misma manera, la prostitución también afecta a todas las personas: la prostitución establece normas y representaciones sociales para los y las jóvenes; la prostitución se trata de forma trivial e incluso se trata como una cuestión glamurosa en los medios de comunicación y en la industria de la cultura. No es sorprendente que el insulto “puta” esté tan extendido. Por cada trabajadora del sexo que recibe atención mediática, hay muchas supervivientes de la prostitución a las que rara vez escuchamos debido al trauma causado por su experiencia. Es el momento de que escuchemos a las millones de personas que siguen en la prostitución y que permanecen invisibles.

10. “LA PROSTITUCIÓN TIENE UNA UTILIDAD SOCIAL, ESPECIALMENTE PARA HOMBRES SOLOS O AISLADOS SOCIALMENTE.”
Los clientes-prostituidores no casan con este estereotipo: estudios internacionales muestran como la mayoría de los clientes son hombres casados o en una relación, con tendencia a tener un mayor número de compañeras sexuales (no a través de la prostitución) que la media de la población masculina. Tratar de justificar la prostitución como una institución social, significa que algunas mujeres en nuestra sociedad deberían ser sacrificadas para atender las “necesidades” de estos hombres. Afortunadamente, tu hermana/mujer/hija o amiga no forma parte de las mujeres sacrificadas. Las mujeres en situación de prostitución son sobretodo mujeres que tienen derecho a disfrutar de los mismos derechos y la misma dignidad que todas las mujeres.

11. “LA DEMANDA NUNCA VA A DESAPARECER.” Qué triste visión sobre los hombres. Si aceptamos esta asunción, los hombres estarían solo regidos por unas necesidades sexuales irrefrenables y no por su cerebro. Esto resulta muy difícil de creer cuando además la mayoría de los hombres no son clientes. La demanda está justificada por una determinada concepción de la masculinidad relacionada con la virilidad o la fuerza, todo ello son estereotipos que recaen sobre los hombres y que son propios de una sociedad no igualitaria. La demanda puede reducirse a través de la educación, la prevención y la ley. Es tan simple como eso. El fatalismo se utiliza para no cambiar las cosas.

12. “LA ABOLICIÓN DE LA PROSTITUCIÓN IMPLICARÍA UN AUMENTO DE LAS VIOLACIONES.” En realidad, es todo lo contrario. Diversos estudios han demostrado que los hombres compran sexo simplemente porque saben que es posible hacerlo. La normalización de la prostitución favorece que se produzcan actos de violencia contra las mujeres al reforzar el mensaje de que las mujeres son productos de consumo. En Nevada, donde el proxenetismo está despenalizado, los casos de violación son más numerosos que en otros estados de EEUU. En un estudio sobre el comportamiento masculino, el 54% de los clientes-prostituidores reconocieron tener un comportamiento sexual más agresivo hacia sus parejas.

¿UTILIDAD SOCIAL?

13. “LEGALIZAR LA PROSTITUCIÓN ES LA MEJOR MANERA DE ASEGURAR EL ACCESO A LOS DERECHOS DE LAS PERSONAS PROSTITUIDAS.” Ejercer la prostitución es “legal” en toda Europa (salvo en Croacia donde las personas prostituidas son criminalizadas). La cuestión del acceso a los derechos no tiene que ver con el reconocimiento legal de la prostitución, sino con el estatus de inmigrante de cada persona: al residir en un país con una situación regularizada, se puede tener acceso a los derechos básicos, incluidos por ejemplo los exámenes médicos y de VIH. Al encontrarse en una situación irregular, estos derechos les son denegados, incluso en aquellos países en los que la prostitución es legal o no penalizada. No tiene nada que ver con ejercer o no la prostitución. En Alemania, de las 400,000 personas que se calcula que ejercen la prostitución, solo 44 personas se han inscrito como “trabajadoras sexuales profesionales”. Legalizar la prostitución (o despenalizar el trabajo del sexo y por tanto el proxenetismo) no cambia el estigma que recae sobre las personas prostituidas.

14. “DEBEMOS CENTRARNOS EN COMBATIR LA TRATA DE SERES HUMANOS, LA PROSTITUCIÓN NO TIENE NADA QUE VER.” Esta afirmación es contraria a la realidad. Si la prostitución no tiene nada que ver con la trata y la explotación sexual, entonces ¿a qué fines son destinados las mujeres víctimas de trata? Según recientes datos de la UE, el 62% de la trata en la UE está relacionado con la explotación sexual. La trata es una actividad que busca beneficios y tiene una relación directa con el mercado de la prostitución, donde la demanda alimenta la oferta. Se estima que los beneficios obtenidos a través de la trata por explotación sexual alcanzan la cifra de 27.800 millones de dólares. ¿De dónde vine ese dinero? De los compradores, como en cualquier otro negocio. Es por todo ello que la prostitución y la trata están inextricablemente relacionadas.

15. “EN EL MODELO SUECO, LAS PERSONAS PROSTITUIDAS SE ENFRENTAN A UNA MAYOR VIOLENCIA YA QUE LA PROSTITUCIÓN SE CONVIERTE EN CLANDESTINA.” Si los clientes logran encontrar y concertar una cita con las mujeres prostituidas, la policía y los servicios sociales también pueden contactarlas. Penalizando a los clientes-prostituidores, el modelo sueco cambia la relación entre las mujeres y los clientes: los clientes son los considerados como criminales. Mujeres en situación de prostitución que han ejercido en Alemania antes de llegar a Suecia han comentado a la unidad de policía de Estocolmo que hay mucha violencia en los burdeles legales alemanes puesto que allí a los clientes se les permite hacer lo que quieran, en tanto que clientes. Los y las trabajadoras sociales en Suecia ven cómo las personas dentro de la prostitución se sienten más confiadas a ir y pedir ayuda. Al contrario, aquellos países donde los burdeles son legales (como Australia o Alemania), los servicios sociales y la policía tienen poco acceso a las mujeres. Legalizar la prostitución no cambiará la realidad: la prostitución es una forma de violencia. El 68% de las mujeres prostituidas sufren los síntomas del síndrome de estrés postraumático, como las víctimas de tortura o las personas que han ido a la guerra.

¿UNA UTOPÍA?

16. “NO SE DEBERÍA CRIMINALIZAR A LOS CLIENTES PORQUE ELLOS PUEDEN SALVAR A LAS MUJERES O IDENTIFICAR A LAS VÍCTIMAS DE TRATA.” Quizá hayas visto la película “Pretty Woman” demasiadas veces. Un cliente-prostituidor que “salva” a una mujer o denuncia un caso de trata sigue siendo un cliente-prostituidor. La existencia de “clientes amables” no reduce la demanda, simplemente refuerza una visión romántica de la prostitución que no tiene nada que ver con la realidad. Además, “los clientes amables” son solo una minoría muy pequeña entre los clientes-prostituidores: las páginas de internet de los clientes (en las cuales comentan y puntúan a las mujeres por las que han pagado) lo manifiestan. Por ejemplo: “Felación razonable, pero con mala actitud y haciendo poco esfuerzo por aparentar estar interesada o estar disfrutando”; “Fue como follar con un saco de patatas sexy” (The invisible men Tumblr).

17. “LAS PERSONAS ABOLICIONISTAS QUIEREN PROHIBIR LA PROSTITUCIÓN.” Hay una gran diferencia entre el enfoque prohibicionista, que penaliza a todos los actores del sistema de prostitución, incluidas las personas prostituidas, y el enfoque abolicionista que quiere penalizar a los clientes, los proxenetas y los traficantes. En otras palabras, a todos los que tienen la capacidad de elegir. Penalizar a todo el mundo no permite cuestionarse las causas profundas y estructura de género de la prostitución. La abolición consiste en reconocer la violencia estructural (económica, psicológica y física) inherente a la prostitución y por lo tanto proteger a las personas afectadas, criminalizando a los autores de dichas violencias, como por ejemplo los clientes-prostituidores. Abolir es proponer alternativas concretas a las personas prostituidas y cambiar mentalidades.

18. “LA ABOLICIÓN DE LA PROSTITUCIÓN ES UNA UTOPÍA.” La abolición de la prostitución no significa lo mismo que su erradicación. La violación, el asesinato o la pedofilia están prohibidos pero siguen existiendo. Lo importante es la norma social que transmite la ley: un principio que es parte de los derechos humanos es que el cuerpo humano y la sexualidad no están a la venta. Con ello se crean las condiciones necesarias para lograr una sociedad realmente igualitaria.

love-6578476_1280

Varón y Hembra Fueron Creados: Carta Abierta de Líderes Religiosos

embryo-7036773_1280

No a la destrucción de embriones humanos (Papa Francisco)