Mi querido y querido Jesús, no quise tomar tu lugar,
solo traigo juguetes y cosas y tú traes amor y gracia.
La gente me da listas de deseos y espero que se hagan realidad;
Pero escuchas oraciones del corazón y prometes tu voluntad de hacer.
Los niños intentan ser buenos y no llorar cuando vengo a la ciudad;
Pero los amas incondicionalmente y ese amor abundará.
Solo dejo una bolsa de juguetes y alegría temporal por una temporada;
Pero dejas un corazón de amor, lleno de propósitos y razones.
Tengo muchos creyentes y lo que podríamos llamar fama;
Pero nunca sané a los ciegos ni intenté ayudar a los cojos.
Tengo mejillas rosadas y una voz llena de risas;
Pero sin uñas, con cicatrices en las manos o una promesa del más allá.
Puedes encontrar a varios de mí en la ciudad o en un centro comercial;
Pero solo hay un omnipotente para responder a la llamada de un pecador.
Y así, mi querido Jesús precioso, me arrodillo aquí para orar;
Para adorarte y adorarte en esto, tu santo cumpleaños.