Por que te amo, Maria (Santa Teresa de Lisieux)

Yo sé que en Nazaret, Virgen llena de gracia, viviste pobremente sin ambición de más. Ni éxtasis ni raptos ni milagros tu vida hermosearon, ¡Reina de los electos!
Muchos son en la tierra los pequeños, y ellos pueden alzar, sin miedo, a ti los ojos.
Por el común camino, oh Madre incomparable, caminas tú, guiándonos al cielo!
Vivir contigo quiero, Madre amada, a la espera del cielo, seguirte en el destierro día a día.
En tu contemplación yo me hundo absorta, y de tu inmenso corazón descubro los abismos de amor.

Tu maternal mirada desvanece mis miedos, y m enseña a llorar, y me enseña a reír.

No te metas con el matrimonio

Munificentissimus Deus (Pio XII sobre la Asunción de María)